martes, 20 de marzo de 2012

POLVO AL POLVO

Reconozco que los valencianos somos algo brutos de oído, para muestra un botón , aquí os pongo una pequeña mascletá de barrio , de las pequeñas, si se fijan verán que las personas y el tráfico rodado todo sigue con normalidad mientras explotan a su alrededor cientos de kilos de pólvora. En la segunda unos complacidos falleros disfrutan mientras caen los restos de la explosión encima y el humo casi nos axfisia . Menudencias que hay que sufrir para atravesar el trance catárquico.
Es orgásmico, tiene su ritmo lento en crescendo hasta llegar al éxtasis final , donde sientes tus entrañas vibrar al ritmo de las explosiones, inexplicable hay que estar ahí para sentirlo.
Si albergaba alguna duda sobre extrañas impregnaciones que afectan a mi salud después de este baño de multitudes adobado de aromas azufrosos y sonidos ensordecedores puedo asegurar que he salido
nueva




 .



Podemos calificar esto de arte?  Los "ultramodernos" plásticos  acuñaron  el término de intalación en el siglo XX  para definir  una especíe de reflexión estética que engloba distintas artes escultura, arquitectura, música, pintura,  video...  con la premisa  de tener una duración determinada y ser irrepetible.   El momento y el espacio simbólicos que se generan nos deberían transportar a otra realidad, aunque   algunos no alcanzamos  semejantes alegorías ni hartos de vino a menos que fuera acompañado de un texto alusivo de lo que ocurría en el recinto expositivo.  A donde yo quería parar es exactamente ahí, acabamos de definir  un monumento fallero.   El fuego redentor, el carbono al carbono el polvo al polvo, vuelta a empezar  pasando de un organismo a otro , permitiendo la existencia de organismos vegetales  que a su vez cederán sus átomos  a otras formas de vida, este ciclo ininterrumpido de muerte y renacimiento prefigura una especie de inmortalidad



ninots de la falla C/ALMIRANTE CADARSO
la nueva camada de niños a punto de salir del cascarón

Este ninot me suena... dónde lo he visto antes?


           Nadie se escapa de la sátira fallera, política, economía , educación, turismo, famoseo, pasado, futuro,  arte, cultura... todo se puede quemar simbólicamente, todo es efímero,  es como un inmenso vudú  donde los personajes representados por sus miserias humanas terminan siendo invocados para después ser purificados por el fuego. Eso sí dejándonos una sonrisa en la boca. 
  Este escaparate mágico tiene el atractivo de sólo durar una semana , no da tiempo a aburrirte,  solo puedes hacer unas pocas fotos , dejarte envolver por su colores y aromas, incluso puedes aspirar a verte reflejada de algún modo en algunas fallas. Todos sabemos de nuestras miserias y ese es el tema principal,  analizar nuestras "cositas" esas que nos definen como animales sociales, en cambio no  existe  otro animal que se ría de si mismo tanto, que gran invento la risa...





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