En la gran pecera

Cara, culo a veces no importa

  Se esfuerzan por destacar algunas estrellas  su culo- boca de la forma más descarada. Otros se disimulan, dentro de una apariencia borrosa mimetizandose entre el fondo de arena.  Tierra de nadie, los cuidadores nos explican que la depredación esta muy atenuada porque se les alimenta regularmente  pero aún así los débiles y enfermos duran muy poco enteros dentro del acuario.  Los grandes tiburones toro son los más tranquilos mientras que los tropicales son los más inquietos, territoriales y agresivos.  Siguen con su disciplina dentro de la gran pecera  día y noche a golpe de interruptor , si enferman se los aisla, si tienen crías se las separa para evitar la voracidad de otras especies.  Se les fabrica la comida en pequeñas granjas y se les alimenta con la regularidad que su especie reclama.

Imagino que son felices a su modo.

¿Dónde esta Wally?

¿No les suena todo esto a otra historia cercana? En la gran pecera común el tráfico nunca se para, los peces no duermen jamás, la vida transcurre infatigable, el agua se analiza regularmente. Los cuidadores les ponen nombre a todos los ejemplares: Amparito, Inés , Concha, Margarita, Manolo (tiburones  que forman una gran familia) reconocibles por sus manchas y cicatrices.  Los delfines rodean aburridos su estanque hasta la hora del espectáculo donde muestran todo lo que aprendieron para ser rentables.  Frente al acuario tropical , un gran escenario de unos cientos de metros, permanezco aturdida casi una hora mientras deambulan colores con forma de pez ¿ o era al revés?, menuda borrachera de agua.  De pronto un extraño ser aparece buceando entre los peces y saluda al público allí presente,  es un humano vestido con el uniforme de neopreno. Me siento repugnante ante mi voyuer aventura acuática, doy media vuelta y me voy andando un pie delante del otro cabizbaja, qué aburrido es andar después de ver el desplazamiento de un pez. ¿ Se supone que somos seres superiores? 

Fotos tomadas en el oceanográfico de Valencia